En 2025, el ecosistema tecnológico convive entre iniciativas públicas de educación, historias de innovación nacidas en la academia y debates sobre la inteligencia artificial. Cinco noticias recientes nos muestran cómo estas fuerzas se entrelazan para impulsar cambios tangibles en la industria.
La Secretaría de Educación Pública de México dio un paso claro hacia el aprendizaje accesible con Saberes MX, una plataforma en línea que permitirá tomar cursos y, en el futuro, completar la universidad de forma gratuita. Por ahora, el curso disponible es SanaMente LibreMente: jóvenes por la paz y contra las adicciones, orientado a la salud mental y la prevención de conductas de riesgo. Los cursos se ofrecen con validez oficial y certificación de universidades públicas y de la SEP. Para inscribirse, los interesados deben registrarse con Llave MX, usar su CURP y datos de contacto, y luego crear una contraseña. A mediano plazo, se esperan más cursos y diplomados, incluyendo temas como inteligencia artificial y ciencia de datos, así como orientación vocacional interactiva y seguimiento del avance académico. En total, 70 instituciones participarán, entre ellas la UNAM, UNADM, TecNM, IPN, UABC, UDG y la BUAP; también figuran colaboraciones con Arizona State University y dependencias gubernamentales. Este movimiento pone a la educación superior al alcance de más personas y abre la puerta a certificaciones con validez oficial en una región donde la formación continua es clave para la competitividad.
La historia de Narbacular Drop, un juego creado en 2005 por estudiantes del DigiPen Institute of Technology, ilustra el poder de las ideas simples y bien ejecutadas. El equipo Nuclear Monkey Software desarrolló un sistema de portales que permitía navegar por puzles de formas innovadoras, con una princesa llamada No-Knees y un espíritu de montaña llamado Wally. Aunque el juego no fue un gran éxito comercial, su premisa llamó la atención de Valve. Después de presentar Narbacular Drop ante representantes de la compañía, Gabe Newell invitó al equipo a trabajar con el motor de Valve; en 2007 nació Portal, una expansión del concepto que definió una era en los videojuegos. Esta historia demuestra que un proyecto universitario modesto puede convertirse en un hito cultural cuando la creatividad se cruza con oportunidades de la industria.
En el terreno de la inteligencia artificial, La Jornada analiza la inversión global y las dinámicas nacionales que configuran el futuro de esta tecnología. Estados Unidos y China lideran las sumas de inversión, mientras que el Reino Unido y Canadá empujan estrategias a largo plazo. En México, la Agenda Nacional de la Inteligencia Artificial para 2024-2030 propone abrir un centro de capacitación en IA, con la mira puesta en convertir al país en un referente regional. El artículo también destaca el valor potencial del mercado mexicano de IA y advierte sobre los retos éticos y sociales que acompañan a un desarrollo acelerado, incluyendo la preocupación por la sustitución de capacidades humanas y la necesidad de marcos de gobernanza que acompañen la innovación.
Un aviso importante sobre datos y gobernanza llega desde Madrid, donde se denuncia un negocio ilícito que cobra a inmigrantes por censarlos en sus casas. El empadronamiento es un trámite obligatorio y gratuito, fundamental para acceder a servicios y derechos en España. Personas que no residen realmente en la vivienda piden a migrantes que les paguen entre cientos y miles de euros para inscribirles en el padrón, lo que puede acarrear multas significativas. Esta práctica pone de manifiesto los riesgos de la gestión de datos y la necesidad de procesos transparentes que protejan a quienes llegan buscando oportunidades, especialmente cuando el padrón es la puerta de acceso a trámites como la tarjeta sanitaria, la educación y el arraigo social.
Cerrando este intercambio de historias, una noticia de Forbes pone a México en el mapa de la innovación global: Daniela Camberos entra al top 5 de innovaciones de la ONU con su IA llamada Ramona. Este reconocimiento subraya el talento local y la capacidad de aportar soluciones de IA que ganan notoriedad internacional, recordándonos que la creatividad tecnológica de la región puede competir a nivel mundial cuando se nutre de investigación, inversión y una visión orientada al impacto social.
Estas historias, aunque distintas en tema y escala, comparten una idea central: la tecnología avanza cuando la educación se abre, cuando la creatividad se celebra en la academia y cuando la sociedad aborda de manera responsable los desafíos que la IA y los datos traen consigo. El camino hacia una industria tech más inclusiva, ética y sorprendente pasa por seguir conectando plataformas de aprendizaje, proyectos estudiantiles que pueden convertirse en referentes globales y políticas que acompañen la innovación sin perder de vista a las personas que la hacen posible.