En 2025, la industria tecnológica muestra señales claras de que la IA ya no es solo software: los actores buscan controlar más de la cadena de valor, desde el hardware que ejecuta los modelos hasta las plataformas que conectan talento y oportunidades. A continuación, cinco movimientos que resumen esa tendencia y su impacto en el ecosistema tech.
OpenAI avanza con una apuesta ambiciosa para despojarse en parte de la dependencia de Nvidia. La compañía cerró un acuerdo de 10 000 millones de dólares con Broadcom para diseñar y fabricar chips propios destinados a entrenar y ejecutar sus sistemas de IA. Si se cumplen los plazos, estas piezas podrían ver la luz a partir de 2026. Este paso posiciona a OpenAI como un actor que no solo desarrolla software y modelos, sino que también participa en la fabricación de hardware, redefiniendo el equilibrio en la industria frente a Nvidia, AMD y otros gigantes.
En paralelo, OpenAI se mueve para expandir su presencia en el mundo laboral con una plataforma de contratación impulsada por IA. La idea es usar modelos de IA para encontrar el encaje perfecto entre lo que necesitan las empresas y lo que los trabajadores pueden ofrecer, con una vía específica para pequeñas empresas y gobiernos locales. Este movimiento busca competir con LinkedIn y forma parte de una estrategia más amplia que incluye la formación mediante OpenAI Academy, orientada a certificar competencias en IA. Se prevé un piloto a finales de 2025 y una disponibilidad para mediados de 2026. Además, la compañía tiene planes de certificación a gran escala en colaboración con actores del sector para ampliar la alfabetización en IA y preparar a la fuerza laboral para la nueva economía digital.
La innovación no se detiene en el software y el empleo. Investigadores han diseñado fibras huecas capaces de reducir la pérdida de señal, impulsando la potencia de la transmisión y abriendo las puertas a una posible adopción de la comunicación cuántica. Este desarrollo podría cambiar la forma en que nos conectamos a Internet y acelerar nuevas arquitecturas de red que soporten futuras capacidades de IA y computación distribuida.
En el terreno de la energía y la movilidad, se explora el uso de nitrógeno líquido como alternativa energética. Se destaca por su mayor seguridad potencial frente al hidrógeno y una potencia equivalente o superior a la de baterías actuales, con emisiones cero. El principal desafío es su almacenamiento criogénico, pero su potencial abre horizontes para la movilidad sostenible en distintas regiones del mundo.
La robótica también se mantiene en el centro de la conversación. Neura Robotics presentó 4NE1, un robot humanoide de 180 centímetros que puede cargar hasta 100 kilos y que llegará en 2026 por 60 000 euros. Con inteligencia artificial avanzada y un ecosistema propio, 4NE1 apunta a revolucionar la vida cotidiana en los hogares europeos y ampliar el uso de IA en un entorno doméstico.
Estos movimientos dan forma a un panorama donde el hardware, el software y la educación en IA se entrelazan para sostener un crecimiento sostenible. La carrera por la IA ya no es solo sobre modelos más grandes; ahora incluye controlar la infraestructura, capacitar a las personas y llevar la tecnología a la vida diaria y a la economía real.