Esta semana, la tecnología se muestra en múltiples frentes: portátiles pensados para la productividad, consolas portátiles con potencia para juegos y debates cruciales sobre la autonomía de las máquinas en situaciones de vida o muerte. Todo ello refleja una tendencia clara: la inteligencia artificial está cada vez más integrada en productos de consumo y en sistemas industriales, abriendo posibilidades hoy impensables y también planteando preguntas sobre ética y regulación.
En el IFA de Berlín, Lenovo presentó una batería de innovaciones centradas en IA, movilidad y productividad. Entre ellas destaca el ThinkBook VertiFlex Concept, un portátil de 14 pulgadas con una pantalla que puede girarse para pasar de un uso vertical a otro horizontal. Esta versatilidad no es solo para navegar o ver contenido; para programadores y usuarios que trabajan con documentos, la rotación facilita multitarea y edición con mayor comodidad. Además, el equipo presume de ser delgado y ligero, con 17,9 mm de grosor y un peso de 1,39 kg. A nivel práctico, incorpora un soporte que permite conectar el smartphone al PC cuando la pantalla está en posición horizontal, para transferir archivos o duplicar la pantalla sin complicaciones.
El mismo ecosistema de ideas da lugar al Smart Motion Concept, un soporte inteligente multidireccional que se ajusta automáticamente a distintas posiciones. Lenovo asegura que el portátil puede usar sus cámaras, micrófonos y altavoces para realizar seguimiento facial y, con IA, modificar la posición del soporte mediante gestos. En conjunto, estas propuestas subrayan una visión de hardware que se adapta al usuario y su entorno, buscando mejorar la salud ergonómica y la productividad cotidiana.
Más allá de los conceptos, Lenovo presentó en el marco del IFA una batería de novedades para su familia ThinkPad. Entre ellas destacan los ThinkPad P16 Gen 3 con procesador Intel Core Ultra 200HX de hasta 24 núcleos y una NPU integrada para IA; el ThinkPad P1 Gen 8 con Ultra 200H y GPU Nvidia RTX PRO 2000 Blackwell; y el ThinkPad P16v Gen 3, con pantalla de 16 pulgadas y una configuración con GPU RTX PRO 2000. También se anunciaron el ThinkPad P16s Gen 4 y el ThinkPad P14s Gen 6, ambos con pantallas de 16 y 14 pulgadas, respectivamente. En la familia X, la Glacier White recibe los ThinkPad X9 Aura Edition en 14 y 15 pulgadas, con procesadores Intel Core Ultra 7 y 32 GB de RAM.
En cuanto a precios y disponibilidad, algunas líneas ya aparecen en el radar del consumidor: el P16v Gen 3 se ofrece desde 1.939 €, el P16s Gen 4 desde 1.599 € y el P14s Gen 6 desde 1.569 €. Los buques insignia ThinkPad P16 Gen 3 y P1 Gen 8 se sitúan en 2.899 € y 2.959 €, respectivamente, con disponibilidad en octubre. El ThinkPad X9 Aura Edition 14” y 15” se comercializa desde 1.619 € y 1.759 €, también en octubre. En este escaparate, el ThinkBook VertiFlex Concept figura como un dispositivo conceptual, sin fecha de disponibilidad anunciada.
Más allá del hardware de alto rendimiento, Lenovo también avanza en experiencias de usuario para gamers y movilidad. La Legion Go de segunda generación mantiene su esencia, pero con mejoras ergonómicas en los mandos desmontables, mayor compatibilidad con accesorios y una pantalla OLED de 8,8 pulgadas con 144 Hz de refresco. Bajo el capó, se ofrecen opciones con Ryzen Z2 o Z2 Extreme y hasta 32 GB de RAM, con almacenamiento de hasta 2 TB y opción de ampliar con microSD. La batería crece a 74 Wh y admite carga rápida de 65 W. Una novedad interesante es la compatibilidad con las Lenovo Legion Glasses Gen 2 y su Modo 3D para ampliar la experiencia de juego. El precio inicial de la Legion Go 2 se sitúa en 999 €, con disponibilidad desde septiembre. En el ecosistema se acompaña de otras novedades para gaming y productividad.
Para quienes buscan ofertas orientadas al consumo, la semana trae oportunidades interesantes: un Google Pixel 9a por 449 €, una Microsoft Surface Pro a 849 €, la Dyson V8 Advanced a 258 €, la TCL 50Q7C de 50” a 549 € y el iPad Air de 11” con chip M3 a 609 €. Estas ofertas destacan por la relación entre rendimiento y precio en dispositivos que cubren tanto productividad como entretenimiento, con el foco en la experiencia de usuario y la simplicidad de uso.
En otro frente, una tendencia tecnológica de gran impacto llega desde Ucrania: se han utilizado enjambres de drones coordinados por IA sin intervención humana para ataques y reconocimiento. El sistema Swarmer permite a pequeños grupos de UAV comunicarse, asignar tareas y decidir el orden de ataque, con una gestión de objetivo guiada por un operador humano. Estas operaciones representan un hito en autonomía compartida, reduciendo la necesidad de personal en campo y aumentando la velocidad de respuesta. Sin embargo, el desarrollo plantea retos técnicos (comunicación, fiabilidad de enlaces y escalabilidad), costos y, sobre todo, dilemas ético-legales a nivel global. Naciones Unidas ha pedido regulación sobre armas autónomas letales, y la conversación sobre el papel de la IA en decisiones de vida o muerte se intensifica ante estos avances.
En conjunto, estas noticias dibujan un panorama claro: la IA está dejando de ser humo de laboratorio para convertirse en motor de dispositivos que acompañan a profesionales y consumidores, a la vez que impulsa debates éticos y estratégicos que ya impactan la política internacional y la regulación futura de la tecnología bélica. La tecnología avanza a ritmo vertiginoso, y con ella la necesidad de un uso responsable, una visión centrada en el usuario y una mirada crítica hacia el coste humano y social de la innovación.