En 2025, la tecnología se está moviendo a un ritmo que ya no parece hipotético: la IA generativa se instala en los procesos creativos y de producto; la interoperabilidad entre plataformas se convierte en una expectativa real; y debates sobre datos, privacidad y rendimiento de software marcan la agenda de empresas y usuarios. Tomemos cinco noticias que, tomadas juntas, permiten entender hacia dónde va la industria tech y qué cambios podrían definir el próximo año.
Ubisoft: una revolución en marcha. El CEO Yves Guillemot afirmó que la IA generativa ya está integrada en todos los estudios y equipos de la compañía. Según él, su impacto en el desarrollo de videojuegos será tan grande como la transición del 2D al 3D, y la empresa ya está aplicando esta tecnología a casos de alto valor que benefician a jugadores y equipos. Uno de los hitos más visibles es Teammates, un experimento que busca convertir a los NPC en compañeros reales y que ya ha recibido pruebas con cientos de jugadores. Esta visión muestra a la industria otra vez en el centro de la innovación: la IA ya no es solo una promesa, es un componente de producción y diseño.
Interoperabilidad entre Android e iOS: Quick Share y AirDrop. Google ha logrado que Quick Share funcione con AirDrop, un avance que rompe una de las grandes limitaciones históricas entre los ecosistemas. Aunque de momento está disponible en dispositivos específicos (como Pixel 10), se espera ampliar la compatibilidad. El equipo de Google explicó que la implementación se logró de forma propia, con revisiones de privacidad y seguridad, y con pruebas de penetración realizadas por una firma externa. Este avance, en el marco de la Ley de Mercados Digitales de la Unión Europea, ilustra cómo la regulación impulsa la apertura de estándares y la interoperabilidad entre plataformas, un entorno en el que los consumidores ganan libertad y las empresas deben adaptar sus arquitecturas.
El debate sobre el entrenamiento de IA y Gmail. Google afronta dudas sobre si sus modelos de IA, como Gemini, utilizan correos de Gmail para entrenamiento. La empresa sostiene que no se ha cambiado la configuración de los usuarios y que las funciones inteligentes de Gmail no emplean su contenido para entrenar Gemini. Sin embargo, aclaran que los datos de Google Workspace pueden ser usados para entrenar modelos si el usuario lo solicita explícitamente (por ejemplo, al pedir a la IA que revise un documento). Además, Google actualizó las opciones de personalización para desactivar de forma independiente las funciones inteligentes de Workspace y de otros productos. Este tema subraya un tema crítico para la industria: la transparencia y el control del uso de datos de usuarios en el entrenamiento de IA siguen siendo centrales para la confianza y la adopción empresarial.
Rendimiento y estrategias de precarga en Windows. Microsoft está probando en la versión para insiders una función que precarga la ventana del Explorador de archivos para acelerar su lanzamiento. La idea es que el proceso explore.exe esté preparado en memoria para cuando el usuario necesite abrir una carpeta. Aunque el enfoque puede mejorar tiempos de inicio, ha generado críticas en la comunidad tecnológica: algunos expertos señalan que, con hardware moderno, la precarga puede parecer una solución basada en acumular recursos en lugar de optimizar el software. Incluso figuras destacadas han cuestionado la necesidad de esta táctica y señalan que podría consumir RAM de forma innecesaria. Microsoft indica que la opción será configurable, pero el debate apunta a un tema más amplio: la industria debe equilibrar rendimiento real con eficiencia de recursos y experiencia de usuario sin sacrificar la limpieza del código.
Una nota de contexto: Japón y la gestión tecnológica de riesgos. En otra noticia, se reporta que el país desplegó fuerzas armadas por un aumento de ataques de osos y pidió a los niños llevar botellas de plástico para ahuyentarlos. Este ejemplo refleja cómo la seguridad y la gestión de riesgos siguen siendo temas prioritarios en la sociedad, recordatorio de que la tecnología opera dentro de marcos regulatorios y de seguridad pública que influyen en inversiones, políticas y desarrollo de soluciones para situaciones reales.
En conjunto, estas historias destacan un hilo común: la tecnología avanza cuando se combinan innovación en IA, interoperabilidad entre plataformas, claridad sobre el uso de datos y diseño de software centrado en la experiencia del usuario. Las empresas que logren integrar estas dimensiones de forma transparente y eficiente estarán mejor posicionadas para liderar la próxima ola de transformación digital.