IA en la sala de juntas, radares en la autopista y la carrera por el progreso: cinco historias que trazan el año 2025

En 2025, la tecnología ya no es solo una herramienta; es un eje de gobernanza, seguridad y estrategia. Cinco noticias convergen para dibujar un mapa claro: las empresas enfrentan la necesidad de una supervisión más activa y transparente ante la IA; las ciudades adoptan herramientas tecnológicas para hacer cumplir normas de movilidad; la industria celebra avances en IA que prometen transformar procesos y productos; y, en el terreno global, las políticas de exportación de tecnología entre potencias dibujan un paisaje de fricciones y oportunidades. A continuación, un hilo que une estas historias y muestra por qué importan para profesionales y entusiastas tech.

Gobiernos y consejos corporativos bajo la lupa de la IA
La Encuesta Anual de Directores Corporativos de PwC de 2025 revela que el 55% de los consejeros creen que al menos un miembro del consejo debería ser relevado, cifra que sube desde el 49% del año anterior. Este incremento refleja una mayor franqueza entre pares ante la complejidad de la gobernanza en un entorno regido por IA, regulaciones inciertas y dinámicas políticas variables. También se destaca que el 65% de los consejeros de grandes empresas de Estados Unidos afirma que aún no han integrado la IA o IA generativa en las labores de supervisión, lo que señala una brecha entre la promesa de la tecnología y su implementación práctica en la toma de decisiones de negocio.

Entre los retos para renovar y fortalecer el consejo, la encuesta señala que la falta de contribución significativa en debates (41%), la jubilación próxima de consejeros (19%) y la carencia de competencias necesarias (21%) ralentizan los procesos de renovación. Los obstáculos culturales y las relaciones personales dentro del consejo también juegan un papel relevante. A nivel interno, el informe subraya que el 88% de los consejeros considera que se pueden tomar medidas para mejorar la eficacia, con enfoques como formación adicional (45%), fortalecimiento de relaciones entre miembros (33%) y apertura a más diversidad y participación (25%). Sin embargo, el 78% opina que el proceso de evaluación no ofrece una visión completa del desempeño y solo el 22% de los consejos utiliza facilitadores externos para dirigir esas evaluaciones.

El análisis de PwC añade una dimensión crucial: la gobernanza está evolucionando hacia una mirada más enfocada en la evaluación real y la capacidad de anticipar y gestionar riesgos. En ese marco, la IA no es un simple tema técnico, sino un elemento central para la supervisión, la ética y la responsabilidad. En España, los consejeros también deben adaptarse a modelos de gobierno que reconozcan figuras como consejeros dominicales o externos, y a procesos de evaluación que incluyan terceros para conseguir un análisis más objetivo y profundo.

La IA en la agenda de la supervisión y la formación continua
Sobre el uso práctico de IA, la encuesta revela que la adopción de IA en la supervisión aún es incipiante: 65% no ha integrado IA en la supervisión del órgano de gobierno, y entre quienes sí han comenzado, los usos principales son el seguimiento de tendencias (23%), la comparación de prácticas entre empresas (13%) y la evaluación de métricas de desempeño (12%). Además, el 38% de los consejeros afirma no recibir suficiente formación sobre los avances en IA, y el 43% expresa preocupación ante el ritmo vertiginoso del desarrollo tecnológico. Estos números subrayan la necesidad de una formación continua y de la participación de terceros para garantizar una evaluación de calidad y una gobernanza que esté a la altura de los retos actuales.

La IA como motor de eficiencia y responsabilidad
PwC plantea que la transformación digital en los consejos es un reto que va más allá de la tecnología: se trata de definir riesgos éticos y de cumplimiento, de gestionar la responsabilidad y de garantizar que la IA contribuya con visión de futuro y valor agregado. En ese sentido, la colaboración con terceros para la evaluación de desempeño del consejo emerge como una vía para elevar la calidad de la gobernanza y, en última instancia, la competitividad de las empresas.

La IA ya está en el foco de las plataformas y los productos
En la práctica, la IA no es solo un tema de cúpula directiva. Numerosas empresas ya están explorando su potencial para procesos operativos y de producto. A pesar de que aún hay incertidumbres y retos de cumplimiento, la narrativa es clara: la IA debe supervisarse con rigor y, a la vez, convertirse en un activo que permita a las organizaciones tomar decisiones más informadas y efectivas.

La IA en el mundo real y la seguridad de la innovación
En paralelo a estas discusiones, la tecnología avanza a paso acelerado. OpenAI ha presentado GPT-5.2, una actualización que busca mejorar razonamiento, fiabilidad y coordinación de herramientas frente a GPT-5.1, con mejoras en el manejo de contextos largos y una reducción de errores. Las nuevas variantes Thinking, Pro y Instant muestran como la familia de modelos se está volviendo más diferenciada para tareas de distintos niveles de complejidad, desde análisis de documentos hasta código y cálculos técnicos. Se anuncia que GPT-5.2 llegará a planes de pago de ChatGPT y a la API, con precios por token que reflejan una mayor eficiencia en tareas exigentes. En evaluaciones públicas, GPT-5.2 supera a su predecesor en áreas de razonamiento y rendimiento técnico, lo que refuerza la idea de que la IA está ganando terreno real en entornos de trabajo complejos.

La IA y la competencia entre gigantes
En la carrera por liderar la IA, el ecosistema tecnológico vive un pulso entre plataformas y modelos. Informes de pruebas independientes muestran mejoras sustanciales entre GPT-5.2 y GPT-5.1 en tareas que van desde razonamiento científico hasta programación, con impactos prácticos en flujos de trabajo como generación de hojas de cálculo y presentaciones más claras. Empresas que ya trabajan con IA para sus procesos internos reportan avances en coordinación de herramientas, razonamiento de largo recorrido y generación de outputs más estables. Todo esto refuerza el argumento de que la IA no solo cambia la capacidad de realizar tareas, sino la forma en que se construyen y gestionan proyectos tecnológicos complejos.

Un vistazo global: innovación, control y relaciones entre potencias
En el extremo regulatorio, el sector enfrenta realidades distintas pero conectadas. En un caso, Nvidia continúa vendiendo chips avanzados a China, mientras que ASML permanece sujeta a restricciones. Este contraste expone la complejidad de las políticas de exportación que buscan equilibrar la competencia tecnológica global con consideraciones de seguridad y control de tecnologías sensibles. El debate no es meramente técnico: es una conversación sobre gobernanza, seguridad de la cadena de suministro y la responsabilidad de las empresas frente a un entorno geopolítico en evolución.

El conjunto de estas historias sugiere un hilo conductor claro: la tecnología de hoy exige gobernanza activa, formación continua y un marco regulatorio que permita innovar con responsabilidad. Las empresas que logren articular una supervisión robusta, una inversión en talento y una gestión ágil de riesgos estarán mejor posicionadas para transformar el potencial de IA en valor real, sin perder de vista la ética y la seguridad. Al mismo tiempo, los reguladores y líderes de opinión deben facilitar un ecosistema donde la innovación tenga claridad, previsibilidad y límites claros para proteger a usuarios, clientes y el tejido productivo global.

Posted in Tecnología