El año 2025 está revelando una expansión audaz de la IA que va más allá de los centros de datos. Cinco historias recientes muestran cómo la IA se está convirtiendo en motor de innovación para hardware, software y entretenimiento: desde el impulso de Huawei para construir un ecosistema alternativo a CUDA, hasta hitos en China con chips de 5 nm, y alianzas entre Disney y OpenAI para generar contenidos con personajes licenciados, además de avances como el primer entrenamiento de IA en el espacio.
Huawei no quiere solo un chip potente. Su estrategia es abrir un camino para que los desarrolladores trabajen con Ascend sin tener que cambiar de plataforma. En lugar de competir solo en hardware, Huawei busca un ecosistema completo que facilite migraciones de código y herramientas optimizadas, con ingenieros que acompañan a los clientes para acelerar la transición. Las restricciones globales sobre tecnología aceleran este enfoque pragmático de construir atajos y reducir dependencia.
En China, la industria ha mostrado un salto técnico importante. Huawei y SMIC han logrado un chip Kirin 9030 fabricado con el proceso N plus 3, una ruta que usa litografía DUV y técnicas de multi patterning para acercarse a 5 nm. Aunque no alcanza la densidad de nodos de 5 nm de los líderes occidentales, es funcional y eleva el rendimiento, con una mejora de alrededor del 42 por ciento respecto a generaciones anteriores. El dispositivo llega en dos variantes, Kirin 9030 y Pro, en un contexto de independencia tecnológica cada vez más visible y con HarmonyOS Next como columna vertebral.
En el terreno del entretenimiento, Disney y OpenAI han cerrado un acuerdo de licencia para entrenar modelos con 200 personajes de Disney, para crear vídeos generados por IA mediante Sora. El acuerdo, de tres años, implica una inversión de 1000 millones de dólares y pretende que estas creaciones lleguen a Disney Plus a principios de 2026. Disney subraya un compromiso con el uso responsable de la IA y la protección de los derechos de creadores, además de establecer políticas para una experiencia adecuada a la edad.
Pero la lucha por los derechos de autor en IA también está en el centro de la actualidad. Disney ha denunciado a Google por presunta violación masiva de derechos de autor al entrenar Gemini con obras de Disney sin permiso, lo que según la nota podría generar copias de personajes de Frozen, Star Wars y otros universos. Disney ha pedido cesar y desistir y ha puesto el foco en la necesidad de respetar la propiedad intelectual cuando se usan obras protegidas para entrenar IA. La defensa de Disney no es única: otras compañías también han presentado reclamaciones contra plataformas de IA generativa que usan contenidos con derechos sin acuerdos previos.
En otro plano, la exploración de nuevos entornos de entrenamiento llega al espacio. Starcloud y NVIDIA realizaron el primer entrenamiento de IA en el espacio, abriendo la posibilidad de centros de datos en órbita y nuevas vías para el desarrollo de IA en condiciones distintas a la Tierra.