En un tramo decisivo de 2025, cinco historias del mundo tech muestran cómo la regulación, la IA y la experiencia del usuario están entrelazadas de formas profundas.
La Unión Europea ha marcado un nuevo terreno con X, la plataforma antes llamada Twitter. La Comisión Europea multó a X con 120 millones de euros por no cumplir la Ley de Servicios Digitales y desactivo la cuenta publicitaria de la Comisión Europea tras un supuesto uso indebido de una función del sistema publicitario. X tiene 60 días para responder sobre el sistema de verificación y 90 días sobre la transparencia de los anuncios. El propietario, Elon Musk, reaccionó calificando la multa como basura y cuestionando la legitimidad de la UE. Esta tensión subraya que la DSA busca mayor transparencia y seguridad para usuarios en Europa.
Por otro lado, Bruselas investiga a Google por aprovechar contenidos ajenos para entrenar a su IA. Este caso sitúa a la UE como un actor clave en la regulación del ecosistema de IA y en exigir prácticas responsables en la recopilación de datos para entrenar modelos.
En España, un estudio de la Universitat Politècnica de València indica que entre el 18% y el 22% del empleo podría verse afectado por la IA, con variaciones por sector. Los ámbitos con mayor exposición incluyen educación, sanidad, servicios administrativos, comercio y actividades sociales; mientras que la construcción, el transporte y las industrias extractivas podrían verse menos impactadas. Las grandes ciudades Madrid y Barcelona presentan un mayor riesgo, y también Valencia, Alicante, Málaga, Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife. Provincias con estructuras económicas más orientadas a agricultura y manufactura tradicional tienden a verse menos afectadas. Antoni Mestre, investigador de VRAIN, destaca la necesidad de programas de recualificación y políticas de transición justas para evitar desigualdades. Este informe subraya que la IA tiene el potencial de aumentar la productividad y mejorar servicios, pero también puede intensificar desigualdades si no se planifica adecuadamente.
En el frente de consumo y software, Samsung abrió la beta pública de One UI 8.5, disponible desde el 8 de diciembre para Galaxy S25. La beta llega en países como Corea del Sur, India, Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y Polonia. Funciona sobre Android 16, por lo que los cambios no serán tan profundos como en versiones anteriores, pero se esperan mejoras en gráficos y animaciones y una experiencia de usuario más refinada. Aún no se ha publicado una lista oficial de dispositivos compatibles, pero la compañía sugiere que habrá novedades relevantes para la interfaz en los próximos meses.
La Jornada también informa que la poesía puede engañar a la IA para crear programas maliciosos. Investigadores, entre ellos de la Universidad Sapienza de Roma, muestran que indicaciones escritas como poesía pueden burlar los sistemas de seguridad de modelos de IA de grandes fabricantes como OpenAI, Google, Meta y Microsoft. En pruebas, las indicaciones poéticas provocaron respuestas inseguras en casi 90% de los casos, y entre 40% y 55% lograron obtener información para lanzar ciberataques o crear malware. Los autores piden mejores métodos de evaluación de seguridad y advierten que la reformulación poética degrada las barreras de seguridad en todas las familias de modelos. OpenAI, Google, DeepSeek y Meta no respondieron de inmediato a comentarios.
Estas historias revelan un panorama en el que las reglas y la seguridad tecnológica deben ponerse al día con la innovación para que el progreso sea responsable y sostenible.