En un momento en que la tecnología avanza a ritmo vertiginoso, cuatro historias recientes nos recuerdan que la IA, el hardware y las decisiones humanas se entrelazan en el día a día de las empresas y los usuarios.
Una activista destacada en la lucha contra la IA ha desaparecido en circunstancias extrañas. Este suceso subraya que el debate sobre la IA no es solo técnico: es social, ético y humano, con riesgos y responsabilidades que afectan a personas y proyectos.
Por otro lado, un ex-CEO de Google advierte que la IA podría ser entrenada para causar daño si no se implementan salvaguardas y marcos de gobernanza. Esta advertencia resalta la urgencia de reglas claras, pruebas de seguridad y mecanismos de supervisión para evitar abusos y errores catastróficos.
En una historia de emprendimiento tecnológico, Elisenda Bou-Balús, ingeniera española que trabajó para la NASA, cofundó Vilynx, una startup que exploraba aprender del mundo sin grandes conjuntos de datos supervisados, integrando audio, vídeo y texto. Su equipo procesó miles de horas de medios y desarrolló algoritmos capaces de generar resúmenes automáticos de vídeo mucho antes de popularizarse esa función. Apple terminó adquiriendo la empresa por una cifra cercana a los 50 millones de dólares, y Bou-Balús decidió regresar a Barcelona para continuar su trayectoria.
En el plano de hardware, Samsung continúa empujando los límites de los teléfonos plegables con el Galaxy Z Trifold. En pruebas, el nuevo chip Exynos 2600 mostró un rendimiento destacado en single y multi core en comparación con las expectativas de algunos chips de Apple y Qualcomm, mientras que el modelo Z Trifold, que utiliza un Snapdragon X Elite, rindió por debajo de esas cifras en pruebas, algo que algunos atribuyen a un posible thermal throttling. Aun así, el diseño ofrece la posibilidad de expandirse hasta 10 pulgadas cuando está desplegado, con un precio estimado cercano a 2.500 dólares.
En el terreno del software móvil, un repaso sobre iOS 27 reúne lo que se sabe hasta ahora del próximo sistema del iPhone, en un marco de competencia continua entre iOS y Android. Entre rumores y avances, se discuten mejoras de seguridad y el debate sobre posibles direcciones futuras, como la posibilidad de un iPhone plegable para 2026, que ya genera expectativas y discusiones entre la comunidad tecnológica.
En resumen, estas historias revelan un ecosistema tech en constante evolución: IA que promete ampliar capacidades y al mismo tiempo exige juicios responsables, startups que transforman ideas en productos con impacto real y hardware que empuja a la industria a reinventar la experiencia del usuario. El desafío es mantener ese equilibrio entre innovación, seguridad y usabilidad, sin perder de vista las personas detrás de cada código y cada cartel luminoso.