La tecnología avanza con una cadencia que alterna entre lo tangible y lo hipotético. Partimos de un objeto que parece salido de una máquina de escribir: el manual de referencia de los disquetes de 3M, una pieza que nos recuerda que el software nace de hardware y de gente que diseñó comunidades enteras alrededor de floppys y cables.
Lecciones del pasado: disquetes y el pulso de la cultura informática
El manual de 45 páginas recoge formatos 8 pulgadas, 5 1/4″ y 3 1/2″ y sitúa su nacimiento en los años 70, 76 y 81. En esas páginas hay más que datos: hay una nostalgia palpable por una era en la que revistas de informática enviaban disquetes que, a veces, quedaban aplastados por el peso de los folletos; la solución improvisada era meter los dedos para desatascar el giro. Y aunque hoy nadie tenga un disquete en casa, la experiencia de aquel hardware nos recuerda cómo el tipo de soporte ha condicionado el uso y la creatividad de la comunidad técnica.
La promesa verificable de la computación cuántica
Una noticia reciente presenta Ecos Cuánticos, un algoritmo de Google aplicado al Willow, su chip cuántico de 65 cúbits. En pruebas, este sistema ejecutó una tarea aproximadamente 13,000 veces más rápido que el mejor algoritmo clásico en Frontier. Aunque todavía se discute cuál es la verdadera “ventaja cuántica” y si la verificación puede trasladarse a aplicaciones prácticas, los investigadores destacan que este avance podría acercar la IA cuántica a problemas reales en medicina, catalizadores, polímeros y baterías. Publicado en Nature, el resultado marca un hito: la verificación de resultados cuánticos puede abrir la puerta a aplicaciones confiables.
Educación y la urgencia de amplificar lo humano con IA
La inteligencia artificial en educación es cuestión de equilibrar potencia y humanidad. Una visión destacada en LA NACIÓN subraya la necesidad de que las tecnologías AI en educación amplifiquen las capacidades humanas, manteniendo un foco ético y humano. En medio de la vorágine de herramientas que prometen personalización y eficiencia, la pregunta clave es cómo aseguramos que la tecnología potencie, y no reemplace, el aprendizaje y el acompañamiento humano.
Android, Pixel y el dilema de la apertura
Un análisis reciente plantea una encrucijada para los fieles de Android: si Google clausura cada vez más su ecosistema, ¿qué queda para quien valora la libertad de instalar apps desde fuera de la Play Store? El autor admite su larga afinidad por los Pixel, pero advierte que, ante un Android cada vez más cerrado y la consolidación de controles, podría no volver a recomendar un Pixel. El debate toca temas como AOSP, verificación de identidades de desarrolladores y decisiones que podrían afectar la apertura y la libertad de los usuarios.
Distopías modernas: mirar el alma a través de la arquitectura
Por último, una revisión de retrodistopías nos invita a pensar en Black Mirror y otras ficciones que retratan futuros cercanos con estética del pasado. El texto subraya que el verdadero miedo no está solo en las innovaciones sino en la deshumanización y la soledad que pueden acompañarlas: espacios blancos y laberínticos, ciudades desiertas o, por el contrario, multitudes hiperconectadas donde las relaciones humanas quedan substituidas o mediadas por pantallas. En esa línea, las obras analizadas no miran el futuro para asustar, sino para exigir una reflexión sobre cómo queremos convivir con la tecnología.
La lectura final es contundente: no es la tecnología la que determina nuestro destino, sino la forma en que elegimos relacionarnos con ella. Encontrar equilibrio entre lo tangible del pasado, la concreción de la ciencia y la empatía humana será clave para construir un ecosistema tecnológico más abierto, responsable y humano.