En un momento en el que la tecnología parece avanzar a pasos agigantados, estas cinco noticias muestran facetas distintas de la innovación: desde hardware de gama alta y ofertas irresistibles, hasta visiones de ingeniería biológica, neurociencia aplicada y oficios que resisten a la IA.
Samsung sorprende con una oferta que acerca la Galaxy Tab S11 Ultra, una tablet premium pensada para quien busca productividad y portabilidad. La versión de 512 GB con cargador incluido baja a 1.196,05 euros si se accede a un código de descuento en la tienda oficial y se utiliza Bizum o Samsung Pay para la compra. En cuanto a la máquina, la Tab S11 Ultra presume una pantalla de 14,6 pulgadas a 120 Hz y 1.000 nits de brillo, 12 GB de RAM, un chip MediaTek Dimensity 9400+, una batería de 11.600 mAh con carga rápida de 45 W y la compatibilidad con el S-Pen. Promete siete años de actualizaciones y añade herramientas de inteligencia artificial con Gemini y Galaxy AI, posicionándola como una opción atractiva para usuarios exigentes.
En otra esquina de la tecnología, Warhammer 40 000 Space Marine 2 nos recuerda que la ingeniería biológica puede llegar a niveles casi literales de complejidad. Los Marines Espaciales, descritos como obras de arte de la ingeniería biológica, se forjan a partir de una Semilla Genética y un Aspirante, pasando por un proceso que puede incluir hasta 19 implantes y una conexión con un Caparazón Negro que integra la servoarmadura. Son criaturas extremadamente fuertes y resistentes, de estatura notable y capacidades que los convierten en protagonistas casi míticos, aunque no inmortales. Este retrato muestra hasta qué punto la imaginación puede inspirar avances tecnológicos y un apetito por lo posible que cruza entre ficción y laboratorio.
La neurociencia añade otra capa de reflexión. El médico Sebastián La Rosa señala que el esfuerzo sostenido no solo mejora el rendimiento, sino que moldea el cerebro: la neuroplasticidad crea nuevas conexiones y fortalece las existentes, con efectos sobre memoria, atención y aprendizaje. En su visión, actividades que exigen concentración fortalecen la corteza cingulada anterior, clave para la disciplina y la toma de decisiones. Además, subraya que los métodos que generan fricción, es decir, los pasos difíciles, facilitan una retención más duradera y una mayor resiliencia psicológica. En ese marco, advierte sobre la tentación de delegar todo a la IA, recordando que la experiencia de superación personal es un motor de crecimiento y identidad.
En el deporte, la IA empieza a desembarcar para ayudar a prevenir lesiones. La Real Sociedad de Fútbol utiliza herramientas de inteligencia artificial para vigilar riesgos y proteger a sus jugadores, demostrando otra faceta de la tecnología: su capacidad para apoyar la salud y el rendimiento en el día a día de las personas.
Y, para cerrar el círculo, miramos a un oficio milenario que resiste a la automatización. En Guérande, las salinas siguen funcionando gracias al trabajo de paludiers que extraen sal gruesa y flor de sal de forma natural, con jornadas que pueden arrancar a las cinco de la mañana y depender del clima. El negocio puede ser rentable: los salineros con unas 30 salinas pueden ganar en torno a 2.000 euros netos al mes, y las explotaciones grandes pueden llegar a 6.000 euros en buena temporada. Exportan a más de 40 países y destacan por su origen natural y su bajo impacto ambiental, recordándonos que hay saberes que la tecnología no ha ‘arreglado’, sino que ha permitido sostenerse gracias al esfuerzo humano y al cuidado del entorno.
En conjunto, estas historias muestran un equilibrio: la tecnología acelera, mejora y expande lo posible, pero la innovación más duradera se alimenta del aprendizaje, la disciplina y una mezcla de talento humano y herramientas que potencian su labor.