La inteligencia artificial conversacional ha dejado de ser una promesa para convertirse en una pieza central del día a día tecnológico. Cinco noticias recientes iluminan este cambio, desde posibles anuncios en ChatGPT hasta avances en automatización y casos de uso que van desde videojuegos hasta debates sobre regulación y negocio.
Primero, una pregunta que inquieta a muchos usuarios: ¿veremos publicidad en ChatGPT? Una beta de la app de Android ha dejado encontradas referencias en su código a SearchAd y SearchAdCarousel, lo que sugiere que los anuncios podrían aparecer cuando se busca información en la web desde la propia aplicación. Aunque aún no hay detalles sobre el formato, la discusión apunta a posibles resultados recomendados o anuncios dirigidos. Este movimiento vendría acompañado de debates sobre la experiencia de usuario y la privacidad, ya que podrían utilizarse historiales de conversación para personalizar las publicidades. OpenAI, por su parte, ha buscado nuevas vías de ingresos para sostener su negocio, especialmente frente a pérdidas operativas, y ya ha destacado los planes de pago como parte de su estrategia de ingresos.
En la segunda historia, ChatGPT cumple tres años y ya se ha consolidado como una de las herramientas de IA más influyentes. La base de usuarios se sitúa en cientos de millones, con estimaciones alrededor de 800 millones, y la web de la plataforma figura entre las cinco más visitadas del mundo, con entre 5.100 y 5.500 millones de visitas mensuales. A lo largo de su evolución, se ha pasado de ser un sistema centrado en texto a una plataforma multimodal capaz de gestionar voz, imágenes y navegación por Internet, y de operar como un agente que puede ejecutar tareas de forma autónoma. En este periodo, la tecnológica ha pasado a incorporar herramientas externas y capacidades de razonamiento más avanzadas. Además, Europa y otras regiones debaten marcos regulatorios para este fenómeno que redefine la productividad y el trabajo intelectual.
Una faceta de este crecimiento es la voluntad de OpenAI de ampliar la automatización en entornos de escritorio: la empresa anunció la compra de Sky para llevar automatizaciones avanzadas a macOS, lo que sugiere una mayor integración entre ChatGPT y flujos de trabajo locales en un entorno de oficina. En esta misma línea, la evolución hacia GPT-5 y GPT-5.1 señala un avance hacia modelos que integran multimodalidad y razonamiento más profundo, con capacidades de agentes que pueden decidir cuándo consultar la web o ejecutar código para resolver peticiones complejas. Este progreso ha generado interés en la adopción empresarial, especialmente en Europa, donde se intensifican los debates sobre regulación y seguridad.
La evidencia empírica también ha llegado de estudios que señalan beneficios claros: investigaciones de MIT y Harvard indican incrementos de productividad de hasta un 59% y mejoras en la calidad del trabajo de alrededor del 40% al usar herramientas de IA en procesos laborales. Estos hallazgos fortalecen la idea de que la IA no solo reduce costos, sino que transforma la forma de trabajar, aprender y colaborar. Sin embargo, no faltan riesgos, como la necesidad de citación de fuentes, mitigación de errores y salvaguardas para contextos delicados, lo que ha llevado a que las versiones más recientes de ChatGPT incorporen mecanismos de supervisión y responsabilidad.
Más allá de la tecnología, la conversación pública está rodeada de interrogantes sobre privacidad, seguridad y salud mental. Se discute cómo equilibrar la innovación con la protección de derechos y de datos personales, y qué pasos deben tomar las empresas para incorporar IA de forma responsable y conforme a normativas vigentes. En ese marco, la adopción de IA por parte de PYMES y grandes corporaciones continúa creciendo, demandando nuevas habilidades, capacitación y acuerdos de gobernanza que acompañen a la tecnología en su avance.
En resumen, estas cinco historias dibujan una era en la que la IA generativa no solo genera textos, sino que transforma estructuras de negocio, experiencias de usuario y procesos de trabajo. Mientras se exploran anuncios, automatización y herramientas cada vez más potentes, el dilema central sigue siendo cómo innovar con responsabilidad y claridad sobre el impacto que tenemos en las personas, las empresas y la sociedad en general.