En 2025 la IA ya no es una promesa; es una plataforma que se entrelaza con software, hardware y dispositivos de consumo. Cinco historias recientes muestran hacia dónde va la industria: más autonomía de los grandes jugadores, IA integrada en el día a día y un ecosistema tecnológico cada vez más complejo y global.
Microsoft está moviéndose para reducir su dependencia de OpenAI. La compañía anunció dos modelos desarrollados en sus laboratorios: MAI-1-preview, un modelo mixto de expertos diseñado para resolver instrucciones complejas y ofrecer respuestas útiles para usos cotidianos; y MAI-Voice-1, un sistema de generación de voz expresiva y eficiente. MAI-1-preview es el primer modelo entrenado íntegramente en Microsoft AI y ya se puede probar a través de Direct Chat en LMArena, con la llegada prevista a Copilot para ciertos casos de uso de texto. Los desarrolladores podrán solicitar acceso anticipado a su API. Por su parte, MAI-Voice-1 destaca por su capacidad para generar un minuto de audio en menos de un segundo usando una sola GPU, un rasgo que subraya el objetivo de Microsoft de convertir la IA en una interfaz más natural para interactuar con productos como Copilot.
El discurso de Microsoft va más allá de mejorar un chatbot: se trata de construir IA aplicada como plataforma para productos, con un hilo conductor de apertura al desarrollo y a la experimentación de usuarios y empresas.
En paralelo, la industria presencia una versión de IA integrada directamente desde el navegador. Google ha permitido invocar Gemini desde la barra de direcciones de Chrome mediante el atajo @gemini. Al escribirlo y pulsar espacio, la barra ofrece un nuevo modo para preguntar a Gemini, que abre una pestaña con la respuesta. Aunque por ahora no es una integración completa, representa un atajo para consultas rápidas y sin necesidad de suscripción, y forma parte de una evolución gradual de las funciones de IA en Chrome.
En el frente de dispositivos, Honor ha presentado el Magic V5, un plegable que promete avanzar el diseño y la experiencia de uso. En el evento de Londres, Honor presumió de un grosor de 8,8 mm cuando está plegado, y de 4,1 mm desplegado, con una batería de 5820 mAh que, gracias a un contenido de silicio en las celdas, ofrece autonomía notable. El teléfono es compacto a la mano, pero ofrece una gran pantalla interior de 7,95 pulgadas cuando se despliega. La certificación IP58 sugiere una buena protección frente a polvo y agua, y la bisagra incorpora mejoras para mayor durabilidad. El Magic V5 trae una edición de IA muy presente en el sistema, con Gemini preinstalado para funciones como Gemini Live y la creación de vídeos a partir de imágenes, además de funciones de traducción y edición fotográfica. La experiencia Multi-Flex permite gestionar tres aplicaciones a la vez, aunque con limitaciones de compatibilidad. A nivel de precio, el modelo 16 GB/512 GB se sitúa en 1999 euros. En el apartado de batería, la mayor capacidad y la utilización de componentes innovadores ayudan a diferenciarlo en un segmento premium donde el precio es una constante.
El ecosistema también se ve influido por la geopolítica y la estrategia de hardware. Nvidia, líder en chips para IA, sorprendió a muchos con resultados récord en ingresos y beneficio, pero el sentimiento del mercado quedó afectado por debates sobre si la IA está en una burbuja y por contextos macroeconómicos. La compañía reportó ingresos de 46.700 millones de dólares y un crecimiento de ingresos y beneficios por encima de las expectativas, con pronósticos optimistas para el siguiente periodo. Al mismo tiempo, la industria observa con atención las restricciones de exportación desde Estados Unidos a China, que afectan a las GPU para IA. La GPU H20 ha visto restricciones y licencias de exportación, y China ha vetado ese chip por su supuesto riesgo de puertas traseras. Ante este marco, NVIDIA está preparando una GPU para el mercado chino llamada B30A, diseñada para superar al H20 y cumplir las restricciones; el objetivo es sostener el liderazgo frente a desafíos como CUDA frente a las alternativas locales de Huawei o Cambricon. Todo ello subraya que el reparto de capacidades de IA entre EE. UU., China y otros actores seguirá influyendo en el ritmo de innovación y en la disponibilidad de herramientas para empresas y científicos.
El conjunto de estas historias sugiere un momento de transición: IA cada vez más integrada en productos y experiencias cotidianas, un navegador que ya no es solo un portal a la red, dispositivos premium que combinan hardware y software con IA, y un mercado de chips donde la geopolítica decide quién llega a tempo con quién. El 2025 parece haber marcado un punto de inflexión: la IA deja de ser una promesa para convertirse en una realidad operativa y competitiva para empresas de todo tipo. Y el camino hacia la adopción generalizada pasa por abrir más herramientas, experimentar con nuevas interfaces y entender que la innovación necesita tanto hardware como software trabajando en sintonía.