En un momento en que la IA genera nuevas oportunidades, también aparecen nuevos vectores de riesgo. OpenAI señala las inyecciones de prompt como un vector de ingeniería social específico de IA conversacional. Si un agente tiene permisos para actuar, un atacante puede introducir instrucciones maliciosas de forma encubierta, manipulando al sistema para realizar acciones no previstas. Las empresas deben prepararse con una estrategia de múltiples capas y buenas prácticas para interactuar con IA. Este fenómeno, aunque aún emergente, se considera una frontera de investigación donde los adversarios podrían dedicar recursos para superar defensas.
De forma paralela, Google avanza con Fuchsia, un sistema operativo de código abierto basado en un micronúcleo llamado Zircon. Fuchsia es modular y escalable, pensado para funcionar en dispositivos diversos como smartphones, tablets y PCs, e incluso relojes y altavoces inteligentes. Al estar diseñado para ser independiente de Linux, ofrece actualizaciones rápidas y una capa de servicios integrados para la gestión de memoria, seguridad y drivers, fortaleciendo su visión de una plataforma unificada para el ecosistema moderno.
En el frente de hardware y experiencia de juego, la próxima PlayStation podría vivir un salto generacional gracias a la IA y al trazado de rayos, más que a un incremento puro de potencia. Los responsables señalan que el aprendizaje automático y las tecnologías de trazado de rayos serán los motores principales de innovación, manteniendo la rasterización como base, pero no el núcleo del cambio. Esta visión se nutre de colaboraciones como el proyecto Amethyst entre Sony y AMD, que se espera impulse no solo PS6 sino plataformas de PC en el futuro.
El mundo laboral no es ajeno a esta transformación: se ha visto ya que la IA generativa podría cambiar la dinámica de muchos trabajos, incluido el reclutamiento. En un caso reportado, un candidato rechazó una entrevista conducida por un chatbot, destacando la importancia de la interacción humana. A nivel macro, estudios reconocidos señalan que una gran mayoría de la fuerza laboral verá cambios en su trabajo por la llegada de la IA, subrayando la importancia de combinar tecnología con experiencia humana.
En el mercado de consumo, la competencia entre fabricantes se intensifica. Xiaomi ha salido al ataque con una rebaja importante de su teléfono insignia 15T Pro, bajando su precio a alrededor de 499 euros gracias a alianzas de venta. El dispositivo combina un procesador Dimensity 9400+ de 3 nm, una pantalla AMOLED de 6,83 pulgadas y un sistema de cámaras Leica de 50 MP principal, teleobjetivo de 5x y gran angular; destaca también por su batería de 5500 mAh y carga de 90 W. Por su parte, OPPO ha seguido la estrategia de precio agresivo en la gama media con la Reno 13 Pro, que se ofrece por poco más de 310 euros en determinadas tiendas, con especificaciones potentes para su rango.
En conjunto, estas noticias muestran una industria que se mueve a ritmo acelerado: IA como fuerza impulsora, plataformas que buscan ser más abiertas y seguras, y una competencia feroz en hardware de consumo que empuja a subir rendimiento a precios cada vez más atractivos. El resultado es un ecosistema más dinámico, donde el énfasis está en seguridad, eficiencia y experiencia del usuario, sin perder de vista la conexión con el talento humano y la necesidad de entender el impacto real de la tecnología en el día a día.