En 2025, la tecnología sigue acelerando la transformación de empresas, usuarios y decisiones estratégicas. Cinco noticias recientes nos permiten ver un hilo conductor: la IA está ganando terreno en la seguridad y la experiencia de usuario, mientras emergen ideas audaces sobre dónde podría ubicarse la computación del futuro, así como debates éticos que salpican a la industria. Todo ello, en un año en el que la confianza, la sostenibilidad y la experiencia humana siguen siendo las piezas clave.
La expansión empresarial de Finovox hacia España ilustra cómo la IA puede fortalecer la gestión documental y la verificación para prevenir fraudes. La empresa francesa abrirá una oficina en Madrid en enero de 2026, consolidando su presencia tras su crecimiento en Bélgica y Luxemburgo. Su foco es la prevención del fraude mediante IA, ofreciendo una solución de gestión y verificación documental que ya se ha implantado en firmas como IMA Ibérica y HP y forma parte del catálogo de CGI Spain. El cofundador y CEO Marc de Beaucorps recuerda la magnitud del problema: "El fraude documental cuesta miles de millones de euros cada año a las empresas españolas". Añade que existe una voluntad real de actuar, pero aún faltan herramientas eficaces, una realidad que Finovox busca cambiar acompañando a actores diversos para reforzar la confianza digital y la seguridad de la economía. En este contexto, los datos de su estudio señalan que el 95 % de las empresas ve el fraude como una amenaza grave, el 43 % identifica las facturas como documentos digitales especialmente vulnerables y aproximadamente el 44 % estima que el fraude representa al menos un 5 % de su facturación. Estos números subrayan una demanda creciente de soluciones verificables y seguras basada en IA.
Un motivo similar de confianza y eficiencia aparece en el planteamiento sobre computación sostenible: los centros de datos en el espacio. Un grupo de investigadores, liderado por Wen Yonggang, propone que el espacio podría convertirse en un entorno verdaderamente sostenible para la computación, aprovechando la energía solar y el frío del cosmos. Su visión es ambiciosa: transformar la computación global mediante centros de datos en órbita, expandiendo la IA sin aumentar las emisiones de carbono y sin agotar los recursos de la Tierra. En palabras del experto, debemos soñar con audacia y pensar de maneras no convencionales para construir un futuro mejor para la humanidad, con el objetivo de convertir el espacio en una fuente de recursos para la IA y la humanidad en general.
En la conversación sobre la naturaleza de la IA, Mustafa Suleyman, líder de IA en Microsoft, aporta una postura conservadora respecto a la conciencia. Durante su intervención en la AfroTech Conference de Houston, enfatizó que "solo los seres biológicos pueden tener conciencia" y que las IAs pueden imitar emociones, pero no las experimentan. Afirma que atribuir sensibilidad a un sistema artificial es un error de base que genera confusión sobre el alcance real de la tecnología. Suleyman sostiene que Microsoft busca una IA al servicio del ser humano, con control total del proceso y sin desarrollar identidades propias o emociones. En su visión, los modelos de IA generativa pueden ser potentes, pero no conscientes. Y añade un matiz práctico y, a la vez, prudente: "si no te asusta, no la entiendes del todo; el miedo es saludable y el escepticismo necesario". En este marco, también se ha planteado que, para 2030, la IA podría ser capaz de ganar dinero por sí sola, una idea que invita a pensar en nuevas dinámicas de negocio y gobernanza tecnológica.
En el plano de hardware y experiencia de usuario, una entrada reciente es la de las gafas con Android XR, fruto de la colaboración entre Google y Magic Leap para ofrecer una alternativa a las conocidas Meta Ray-Ban. Este movimiento suma a la larga historia de inversión de Google en Magic Leap y subraya el interés continuo por las experiencias de realidad aumentada que integran software avanzado y ecosistemas de desarrolladores. Aunque el artículo no detalla características técnicas, el anuncio refuerza la idea de que las gafas AR siguen evolucionando como una categoría clave para la interacción entre mundo digital y real, con potenciales impactos en productividad, entretenimiento y diseño de experiencias de usuario.
Por último, Pinterest entra en escena con su nuevo Pinterest Assistant, un asistente impulsado por IA diseñado para personalizar la inspiración visual. La herramienta entiende consultas abiertas y toma como base los tableros y elementos guardados por cada usuario, funcionando como un asesor de estilo visual. Se activa desde la app mediante un micrófono y permite dictar solicitudes que la IA interpreta a partir del contexto del usuario, combinando voz y elementos visuales para proponer resultados acordes a preferencias reales. Actualmente en fase beta para usuarios mayores de 18 años en Estados Unidos, con planes de expansión, este enfoque multimodal busca equilibrar la creatividad con la relevancia, reduciendo el ruido generado por contenido de IA y fortaleciendo la relación emocional de los usuarios con la plataforma.
En conjunto, estas noticias reflejan una industria tech que avanza en varias direcciones: seguridad y confianza en el negocio, exploración de estrategias sostenibles para la computación, debates éticos que guían el diseño de sistemas cada vez más potentes, avances en hardware que acercan la realidad aumentada a la vida cotidiana y herramientas de IA que transforman la manera en que buscamos y consumimos inspiración. En este cruce de caminos, el verdadero reto será alinear innovación con responsabilidad, eficiencia y una experiencia humana que siga siendo central para las empresas y los usuarios.