En 2025, la IA se está infiltrando en herramientas cotidianas y en la infraestructura de las grandes empresas de tecnología. Cinco noticias recientes ilustran cómo estas fuerzas están cambiando la forma en que navegamos, creamos contenidos, gestionamos políticas de plataforma y avanzamos hacia una computación cuántica práctica.
OpenAI presenta ChatGPT Atlas, un navegador de internet que combina la base de código abierto Chromium con la IA integrada de ChatGPT. Atlas mantiene la compatibilidad con extensiones de Chrome y permite renderizar páginas con el motor Blink, ejecutar JavaScript y manejar pestañas, historial y marcadores como cualquier navegador moderno. Su gran novedad es la IA integrada, que de lanzamiento utiliza el modelo GPT-5, permitiendo interactuar con la IA directamente dentro del navegador sin abrir pestañas externas. En Atlas hay una memoria de usuario opcional: la IA puede recordar intereses, contextos o preferencias para adaptar explicaciones y mantener coherencia entre pestañas y proyectos. También se puede importar datos desde otros navegadores al instalarse. La seguridad es notable: la IA no accede a datos fuera del contexto de Atlas ni a contraseñas o correos, y solo puede ver el contenido de la página cuando se activa la pestaña de IA.
Otra novedad creativa llega desde Gemini de Google y el editor de Nano Banana. Este prototipo permite convertir una foto de paisaje en un escenario de videojuego mediante prompts simples. La idea es usar una foto amplia para que el resultado tenga más contenido, adjuntarla a Gemini y pedir convertirla en el escenario de un juego. Se puede repetir la transformación manteniendo la foto original y añadiendo detalles como personajes o elementos específicos, creando paisajes al estilo de juegos como Skyrim, por ejemplo. Nano Banana se presenta como una herramienta gratuita para editar y crear escenas de videojuegos partiendo de imágenes reales.
En el ámbito de mensajería, un cambio significativo llega a WhatsApp. OpenAI confirma que ChatGPT dejará de estar disponible en WhatsApp a partir de enero del próximo año, 2026, junto con otros chatbots que hoy se pueden usar en la app. Meta huye de la sobrecarga de mensajes y actualiza las políticas de la API de WhatsApp. La migración recomendada es usar la app oficial de ChatGPT y vincularla a una cuenta si aún no se tiene. Meta AI seguirá operando en la plataforma, pero la disponibilidad de ChatGPT y otros chatbots terminará en la fecha indicada.
En el ámbito de empresa y gobernanza, Elon Musk sigue insistiendo en asegurar una influencia fuerte para la estrategia de Tesla. En la junta de noviembre impulsa un megapaquete de remuneración en acciones valorado en un billón de dólares. Tesla reporta un crecimiento de ingresos del 12 por ciento, pero una caída de la ganancia neta interanual, con un beneficio de 1373 millones de dólares y un EBITDA ajustado de 4227 millones. Musk argumenta que la escala y la estructura de costos ayudarán a navegar en un entorno cambiante y a hacer de sus productos los más atractivos del mercado, señalando la necesidad de influencia en decisiones estratégicas a la vista de la estructura de votos de grandes inversores.
Y para terminar, Google celebra un hito en la computación cuántica con un algoritmo llamado Quantum Echoes. Este método demuestra una ventaja cuántica práctica y verificable: una computadora cuántica basada en el chip Willow ejecuta un código 13.000 veces más rápido que el mejor supercomputador clásico, en un periodo de poco más de dos horas. Lo llamativo es que el resultado es verificable y reproducible, lo que abre la puerta a aplicaciones reales en medicina y ciencia de materiales. El equipo de Google, con científicos como Michel H. Devoret, John M. Martinis y John Clark, avisa que este progreso se apoya en décadas de investigación y que la decoherencia sigue siendo un reto. La visión es que el software cuántico siga avanzando a la par del hardware, permitiendo modelar estructuras complejas de la naturaleza, desde moléculas hasta agujeros negros.